Donde vivimos, en el sur de California, los rayos del sol brillan con todo su esplendor 284 días al año. 80 días más que la media estadounidense. ¿Qué mejor manera de capturar ese calor que con un parasol cósmico?
El proyecto es sencillo pero gratificante y utiliza objetos que probablemente tengas por casa.
Necesitarás blanco, colorante alimentario o acuarelas líquidas, palillos de dientes, una tapa de plástico (la tapa de un envase vacío de yogur, hummus o crema agria funciona muy bien), una perforadora, cola blanca e hilo.
Para empezar, coloca la tapa sobre una superficie plana y pídele que extienda una capa gruesa de pegamento. La capa de pegamento debe ser lo bastante gruesa como para que no se vea la tapa a través de ella.
A continuación, deja que tu hijo ponga unas gotas de colorante alimentario en el pegamento.
Tu hijo puede coger un palillo y arremolinar los colores, haciendo un divertido diseño cósmico o incluso formas como flores o estrellas.
Una vez terminado el diseño, deja que el proyecto se seque por completo. Tardará unas 3 horas y sabrás que el pegamento está completamente seco cuando empiece a despegarse por los bordes.
Cuando esté totalmente seco, haz un agujero en el borde de la tapa y pasa un cordel por él. A continuación, tu hijo puede colocar el parasol en una ventana de casa y ver cómo brillan los rayos del sol.
Conocimos este proyecto a través de Babble Dabble Do.

