El cuidado infantil en California podría sufrir un golpe devastador si el gobernador firma el presupuesto estatal sin financiación crítica para el sector.
Lo que está en juego es la disponibilidad de opciones de cuidado de niños para las familias, el número de mujeres en el lugar de trabajo y el futuro de la educación temprana para nuestros alumnos más jóvenes.
Arriesgando su propia salud y seguridad, los proveedores de cuidado infantil continuaron cuidando a los niños durante toda la pandemia. Su dedicación y compromiso con las familias recibió los elogios del gobernador Gavin Newsom, pero ahora se niega a negociar el plan de la legislatura para aumentar las bajas tarifas de los proveedores.
Estos proveedores, en su mayoría mujeres de color, mantuvieron la economía a flote durante la pandemia para que médicos, enfermeras, vendedores de comestibles y conductores de reparto pudieran trabajar sabiendo que sus hijos estaban cuidados y seguros. El salario medio por hora de los proveedores en 2019 fue de 13,43 dólares, inferior al salario mínimo del estado, lo que obligó a casi la mitad de estos trabajadores críticos a depender de la asistencia pública. La tasa de pobreza para los educadores de atención temprana en California es actualmente del 17%, que es casi un 10% más alta que la media estatal para los trabajadores en general.
A pesar de su gran dedicación a la crianza de los niños, cada vez se ven más obligadas a abandonar el sector para trabajar en el comercio minorista o en la comida rápida, donde el sueldo y las prestaciones son mejores. Estimaciones recientes indican que, debido a la pandemia, el estado ha perdido de forma permanente 57.000 plazas de guardería, y recientemente han cerrado unos 8.500 centros de cuidado infantil autorizados en California. La pésima remuneración y las difíciles circunstancias de ser proveedor están empeorando la escasez de guarderías en nuestro estado.
Estos cierres de guarderías repercuten en la población activa en general, y en las mujeres en particular. Más de 2,3 millones de mujeres estadounidenses han abandonado el mercado laboral desde que comenzó la pandemia, muchas de ellas aduciendo el cuidado infantil como motivo. Y los nuevos datos muestran que 1 de cada 4 mujeres está considerando la posibilidad de abandonar el mercado laboral o de cambiar de carrera debido al impacto de la COVID-19. En todo el estado, una cuarta parte de las familias dispone de guarderías autorizadas; en el condado de Los Ángeles, es el 22% de las familias, según la organización sin ánimo de lucro Children Now.
Aunque los guardias de prisiones e incluso el propio gobernador han recibido aumentos de sueldo, a los trabajadores de guarderías se les ha dejado trabajar sin descanso. Si el presupuesto se aprueba sin aumentos de tarifas para los proveedores de cuidado de niños, el estado puede ver una disminución aún mayor en las opciones de cuidado para las familias, lo que tendrá graves consecuencias para la economía de California. Usted puede exigir la acción mediante el uso de los hashtags:
O póngase en contacto con el gobernador y dígale que el futuro del cuidado infantil depende de estos aumentos de tarifas: #CABudget #RaisetheRates #CALeg
Teléfono: (916) 445-2841
Póngase en contacto con ellos haciendo clic aquí.
Vea este vídeo de California Alternative Payment Program Association (CAPPA) Advocacy:
